Lo más destacable de Positano son sus callecitas estrechas y sus casas coloridas repartidas de manera vertical a lo alto de la montaña. ¿Sabían que esta curiosa disposición y “diseño urbano” responde a una estrategia antigua contra las invasiones sarracenas?
Positano va a cautivarlos desde el primer momento, su encuentro será amor a primera vista ¡Estén atentos! ¿Se acuerdan de la leyenda mitológica de Ulises y las sirenas? El efecto Positano es parecido: les va a cantar al oído haciéndoles olvidar que Amalfi y el resto de la Costa los espera. No van a querer seguir viaje, pero tienen que resistir, hay mucho más por conocer.
Historia de Positano
No hay datos concretos sobre la fundación de Positano. Se sabe que fue habitada durante la época del Imperio Romano de Occidente, bajo el oratorio de “Santa María Assunta” fueron encontradas ruinas de una ciudad patricia. El emperador Tiberio, en su larga estadía en Capri, enviaba a sus siervos en busca de harina a Positano temiendo que la de Capri estuviera envenenada.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, algunos siglos después, floreció Amalfi y se convirtió en una gran República Marina. Positano fue parte de esa república del siglo IX al XI y participó activamente en el comercio. Tras la invasión de los normandos y luego de los pisanos, toda la república afrontó un largo período de decadencia culminando, en 1343 con un maremoto que destruyó el puerto de Amalfi.
El porqué del nombre: mitos y leyendas
La mitología dice que Poseidón (dios del mar) fundó Positano por amor y como ofrenda a la ninfa Pasitea (una de las diosas Cárites y personificación de las alucinaciones), de quien estaba enamorado. También están quienes aseguran que fue por designio de la Virgen: por el siglo XII un cuadro bizantino de la Virgen María estaba siendo transportado a un pueblo vecino cuando el velero que la llevaba perdió empuje por falta de viento. Los marineros escucharon una voz que provenía del cuadro y decía “Posa, posa” (de ahí el nombre). Siguieron las indicaciones de la Virgen se orientaron hacia el puerto de Positano y el barco retomó velocidad. Dejaron la Virgen en la iglesia de San Vito (en ese entonces la iglesia de Positano), pero al día siguiente la Virgen apareció cerca del mar, bajo un árbol. Los lugareños atribuyeron el hecho a un milagro y construyeron en dicho lugar la Iglesia de Santa María Assunta.
Qué hacer en Positano:
Si planean comenzar su viaje por el oeste, es decir por Positano, lo más importante es llegar temprano (antes de las 10). Si llegan en auto van a poder estacionar en la calle y sólo pagar el parquímetro. Esto quiere decir estacionar en la montaña y bajar a pié, es una muy linda bajada (la vuelta no tanto). Los estacionamientos están mucho más cerca del centro de Positano y cuestan 7 Euros la hora. Quienes quieran llegar en micro o en ferry pueden consultar cómo hacerlo acá: Península Sorrentina: Todas las formas de llegar o Costa Amalfitana: arquitectura, montaña y mar. Otra ventaja de llegar temprano es que pueden hacer playa en Positano y salir al mediodía para Amalfi, comer en Amalfi y recorrer Ravello (otra comuna) por la tarde.
La Chiesa di Santa Maria Assunta
La iglesia del siglo XII es un emblema de Positano. Su cúpula en mayólica verde, amarilla, azul y roja es una característica típica del paisaje. Dentro se puede admirar el cuadro bizantino de la Virgen María, uno de los objetos más preciados dentro de la estructura. También se encuentran varias obras contemporáneas del artista italiano Mimmo Paladino y, entre otras cosas, el busto de San Vito, santo patrono de Positano (a quien era dedicada la antigua iglesia).
Desde el 18 de Julio del 2018 pueden visitarse las ruinas de una villa romana descubierta bajo la iglesia de Santa María Assunta. El museo abre sus puertas todos los días y el ingreso, desde la iglesia, cuesta 15 Euros.